sábado, 18 de julio de 2009

El golpe de las élites

Este cuento está basado en un artículo del Proceso de esta semana, num. 1706; el artículo que tomé como base se llama igual" El golpe de las élites", y habla sobre lo que está pasando en Honduras. Sé que quien sepa lo que pasó en el cecil, sabrá de que habla el cuentillo, quien no lo sepa, no importa, porque la duda sí la siembra.

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El pecado de Manuel, el presidente derrocado en los pasados meses no fue su pregonada intención de gobernar para los pobres ni las ilegalidades que le atribuyen sus adversarios. Voces de ambos bandos coinciden en que lo perdió su afán de confrontación con la élite política y empresarial del país, pero sobre todo el intento de llamar a una asamblea constituyente, lo que suponía poner en riesgo el equilibrio cómplice negociado entre los principales partidos del país. El magnate y principal negociador entre los dos partidos, Adolfo Facussé, uno de los antiguos amigos de Manuel, desboronó su posición de izquierda cuando, en los pasados meses, la cúpula empresarial empujó con determinación e injurias la salida de Manuel de los Pinos. La élite, reforzada por los militares -quienes, desde hace años, orquestan materialmente los golpes ilegales en la nación por la vía del falso culto a la constitución -, en una reunión tras bambalinas decidió la salida de Manuel de la presidencia de la República, y dirigidos por el hoy impuesto presidente de facto. Roberto Micheletti Bain, destituyeron, irrumpiendo a las 6:00 am en la residencia que desde hace tres años lo alojaba. Manuel fue trasladado en un avión de la fuerza área a Honduras; la élite nacional había consumado el golpe erigiendo un gobierno de facto que se fundamenta, hoy, en toques de queda, represión abierta a los ciudadanos descontentos y en una mordaza insultante a todos los medios de comunicación. En una entrevista realizada a Manuel, señaló la existencia de grupos de poder que presionaron y convencieron a su amigo Adolfo Facussé para aceptar la destitución del presidente en funciones y la suspensión de las garantía individuales en aquel país: “Durante las últimas reuniones que mantuve con el Congreso, la posición de Facussé había menguado; el cambio comenzó cuando lo tentó el poder político, pues, según mis fuentes, le habían prometido la presidencia de la República; es triste ver el final político de mi amigo, sólo fue utilizado para un fin y con seguridad ahora será desechado, pues ya no les sirve.” Manuel guardo silencio al preguntarle sobre el cambio de actitud de su amigo, y al cabo de unos segundo agregó: “Débil ante sus convicciones, Facussé, fue modificando reunión tras reunión su actitud; al principio se mostraba indeciso e iba apoyando, alternadamente, a las dos posiciones. Hasta que un día se descaró y me llamó caprichoso, juzgó de infantil mi posición y me señaló como el culpable de que la maquinaria gubernamental no funcionara a causa de mis torpezas políticas. Inclusive Michelett me injurió ante toda la cámara, poniendo en severa duda mi capacidad para gobernar, llamándome incompetente en un tono agresivo, Facussé se limitó, tibio, a tratar de calmar los ánimos. El ambiente se tornó cada vez más tenso y Facussé rompió relaciones con todo el equipo de trabajo al que alguna vez apoyo. El día que me echaron del país a punta de plomo y en pijama, llamé a Facussé pidiéndole una explicación, a lo que contestó alterado: es la ley, Manuel, y no puedes hacer nada contra ella, la democracia se gana con votos y los votos que están en tu contra son más. Al instante me colgó.” El intento de Manuel por llamar a una asamblea constituyente irritó a la élite nacional, moviendo las estructuras represivas de décadas anteriores. Esta tentativa fue resumida como ilegal; el sistema jurídico, controlado indirectamente por el Congreso (de quien era presidente Roberto Micheletti Bain) lo acusó de traición a la patria y amenazó con apresarlo en el momento que pusiera un pie en territorio nacional. El exilio de Manuel contrasta con las declaraciones del ahora presidente de facto, Roberto Micheletti Bain, unos meses antes del golpe cuando fue nombrado presidente de dicho poder. Cito su discurso al rendir protesta: ”Yo, como presidente del H Congreso del país, declaró ilegal toda tentativa de fragmentación en este y todos los niveles de poder. Mi desempeño será desde y para la patria. Si fui elegido como presidente del H Congreso de este país, no fue para dividir ni violar, mínimamente, lo establecido en nuestra H Constitución. Juro por Dios que desempeñaré mi cargo de la mejor manera, conciliando entre el poder Ejecutivo y el Legislativo, y siempre respetando la total autonomía de nuestro poder Judicial. De nosotros depende que la libertad y la democracia imperen en este país, que las garantías individuales jamás sean violadas, y sobre todo, que la libertad de expresión abra los caminos necesarios para el debate, que es nuestra principal arma que logrará posicionarnos como una de las mejores naciones del continente.” Meses después del discurso, Manuel fue depuesto de sus funciones y exiliado ilegalmente, y al citarle las palabras del ahora presidente de facto, Roberto Micheletti Bain: “A mí me sacaron del país en pijama y a punta de cañón, sin derecho a réplica e ilegalmente, acusándome de incompetencia y traición. Pero la Historia siempre da segundas oportunidades, ésta nos la dio muy temprano: ahora podemos ver quién es el traidor”. Paulina Barjúm, miembro del Congreso y prominente opositor de la izquierda, emparentada con el ahora presidente de facto, Roberto Micheletti Bain, y amiga de Adolfo Facussé, sostuvo en una plática con el diario El tiempo: “Ellos habían estado teniendo reuniones frecuentes en la residencia de Roberto, donde discutían por horas la destitución de Manuel y la manera en que iban a sacarlo de los Pinos. En esas reuniones se concentraba toda la fuerza de la élite nacional. Como nuevo integrante asistía Facussé, quien dio un repentino cambio en su trabajo político de años.” Al ser cuestionada sobre su participación en esas reuniones hizo una pausa y continuó, ignorando la pregunta: “También mantuvieron en casa de la embajadora de Estados Unidos Rosa Llorens reuniones regulares donde discutían el mismo tema.” Y concluyó: “No estoy de acuerdo con la manera en que sacaron a Manuel y siempre me opuse a sus reuniones extraordinarias, pero nunca me hicieron caso.” Mariana Guillermina O., una de las principales líderes de los movimientos sociales que se han desatado a raíz del golpe, dijo en reunión con empresarios: “Esto va a terminar por definir la izquierda y la derecha en el país. El movimiento es real, sigue su propio impulso y no vamos a dejar pasar la oportunidad”. Sin embargo, y sin desmentir la palabra de la líder, la mordaza que mantiene el gobierno polítiicomilitarempresarial augura crisis no sólo en las estructuras de poder, sino en los derechos humanos y en la seguridad de nuestros connacionales.

Mientras tanto esta semana, en el marco del décimo Congreso en Pro de la Democracia (X Copde, dependiente de la Secretaría de Cultura), con cede en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se llevarán a cabo un sinfín de expresiones culturales reguladas por el nuevo gobierno, encaminadas a legitimar lo ilegítimo. Finalmente, la democracia en nuestros países y en nuestras estructuras educativas están determinadas por intereses políticos y empresariales que, sin duda, tienen su fundamento en la cerrazón y la intolerancia, en el abuso del poder y en la deformación de las leyes. Aquellos poderes fácticos imponen sus ideas y acallan a quien, con el puro de afán de hacer el debate plural, disiente y toma un fuerte compromiso con el progreso. En los pasados días el escritor y académico César López Méndez fue expulsado del país por sus numerosas críticas al gobierno de facto, al oponerse al destierro por falta de argumentos jurídicos fue acusado de sedición y traición a la patria, al momento fue encarcelado. Al respecto, el miembro del partido al que pertenece el ahora presidente de facto, Roberto Micheletti Bain, Rafael Ferrari, declaró a este reportero: “al señor Méndez se le expulsó del país por un acto de alta traición y sedición a nuestra patria; sus frecuentes intentos de subversión absurda e incontrolada nos orillaron a actuar, sí con mano dura, pero con la ley en la mano. Como el señor no entendió, a su necio regreso se le puso en manos de quien debía tratarlo desde un principio: la Ley. Yo no sé por qué se hace tanto alboroto de este caso, el señor Méndez es una persona sin valores y sin escrúpulos que no contribuye a la mejora de nuestra vida cultural, él no trabaja para nuestro país, trabaja para él mismo, para su beneficio y sobre todo para obtener fama y poder en su ámbito”, sentenció. Y al hacérsele referencia sobre la asamblea constituyente que Manuel intentaba realizar, concluyó: “Qué bueno que se le impidió; sino hubiera sido de esa forma, la democracia estaría revolcándose en su tumba.”



1 comentario:

Luis MV dijo...

Un pequeño comentario. Los Pinos es el hogar presidencial en México, quizá pase como sinónimo aquí pero si el texto intenta referir a Zelaya hay que enmendar esa parte.
Yo ni vela tengo en este entierro, soy lo que se suele llamar un outsider, pero como todo buen chismoso ya me leí varios de los post y sigo sin entender exáctamente de que se trata. ¿Puedo esperar una versión resumida de los hechos mínimo para entender lo que leo?