sábado, 18 de julio de 2009

Opinión

El Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación literaria es y representa el primer acercamiento hacia la vida académica que nos espera después de la universidad, además funge como un ejercicio didáctico, de unificación y de reflejo en nosotros mismos. Corresponde a los alumnos de la generación que está por salir porque precisamente el criterio, la formación, pero sobre todo la capacidad humana de convivir y compartir los conocimientos supone un ejercicio social y no meramente elitista.

Es muy importante que dentro de la postura de cada persona (que, por supuesto, tienen derecho a expresarse y el cual es el motivo del presente escrito), manejemos con mucha cautela la comunicación con los compañeros de la propia carrera y de las demás. La “sociedad intelectual” que ha respondido a requerimientos desde hace muchos siglos es decadente; es necesario tener una posición crítica frente a lo que nos rodea y no simplemente frente a lo artificial de nuestro propio grupo de trabajo o amigos, éste y muchos son los motivos de que en nuestro país y en el mundo entero la literatura se observe como un ejercicio “intelectual” de café, de personas fumando tabaco, de literatos frustrados que no son capaces de ver más allá de lo que nos ofrece una lectura; es muy triste que las personas universitarias incluso digan que les da pereza abrir un libro y en parte creo que es responsabilidad de quien lleva la batuta en la literatura el motivar el promover una literatura hermenéutica que no tenga un fin, al contrario: literatura de movimiento y de gancho para poder actuar activamente en otras cuestiones de la vida huma. Claro que la carrera de Letras Hispánicas sugiere al crítico concentrarse en su área de estudio y este punto me parece fundamental, sin embargo no podemos cerrar los ojos ante todo lo que acontece a nuestro alrededor y quedarnos únicamente encerrados en nuestras líneas de investigación.

De hecho la crítica literaria además de ser una especie de limpieza de la literatura que surge, otorga una nueva perspectiva de las lecturas, pero además sugiere a los lectores nuevos textos y nuevos temas. Es por eso que me niego a aceptar que la crítica literaria funciona en torno a un grupo selecto pues la literatura y las artes en general no tienen propietario, la literatura no es una caja a candado, al contrario, un texto tiene una multiplicidad de interpretaciones y puntos de vista para el análisis.

Invito a todos los compañeros que lean este texto a que reflexionen, nadie debe apoderarse de una manera de expresarse y de crear tan formidable como lo es la literatura, es por eso que los compañeros de otras carreras nos observan como personas alejadas de su realidad inmediata, nuestras familias no terminan de comprender qué es lo que en realidad hacemos; ¿porque mostramos el lado hueco de nuestras capacidades?, mostremos el lado creativo y así mismo no sólo actuemos como enciclopedias andantes, propongamos ideas para que la literatura sea un elemento fundamental en la vida de las personas.

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