sábado, 18 de julio de 2009

Circo CECIL o la pérdida de la inocencia

Este año se celebró en la UAM-I el décimo Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación Literaria. Lo que se pretende en dicho congreso es la interacción de estudiantes de universidades a lo largo del país y, en un arranque de optimismo, del mundo. Se busca también un aprendizaje del trabajo en equipo, una experiencia generacional y un aprendizaje directo de los ponentes, de la dictaminación y de todo el trabajo que el congreso en sí mismo conlleva. Por desgracia este año no se lograron los objetivos. La interacción fue más que desagradable debido a un grupúsculo que tomó por asalto al original comité y que el coordinador, tanto que no pudo controlar, tanto más que resultó siendo el controlado. Es triste asomarse en el programa del décimo CECIL y notar que sólo hay 38 ponencias. Y es triste porque el alma del congreso son los estudiantes, pues todo se organiza para ellos. El año pasado en el noveno CECIL, se presentaron 52 ponentes estudiantiles. Es un buen número considerando el congreso y el desarrollo que con dificultad ha tenido en 10 años. No podemos comparar con eventos que se proclaman nacionales e internacionales como el FIELL que este año contó con 118 estudiantes que leyeron con agrado sus ponencias y el CONELL que contó con 105 estudiantes como ponentes. Pero si comparamos el evento dentro de cánones locales, el CECIL se fue como un pequeño cangrejo albino... y no lo digo sólo porque vaya hacia atrás, sino porque también se fue ciego: dentro del FIELL se notaba el interés de los compañeros universitarios de la UNISON, al participar en muchas mesas, con muchos ponentes. Simplemente ponentes de esa casa de estudios resultaron ser 51, lo que se lleva incluso a la cifra de ponentes de todo el décimo CECIL. Y es que algunos de nuestros compañeros de escuela no mandaron ponencia al congreso de la UAM: retomando el FIELL, de nuestra casa de estudios fueron 19 ponentes, de estos 19 ponentes a comparación, ninguno tuvo una ponencia en el CECIL. ¿Porqué? algunos comentaban que las dictaminaciones eran severas y arbitrarias pues los criterios de un congreso sobre "literaturas alternativas" eran cerrados. Con otras universidades sucedió algo parecido: una de las primeras ponencias que se envió desde la Universidad de Sonora fue severamente dictaminada, por no decir que con toda la intención de no aceptarla y de paso destrozarle el trabajo al estudiante. El resultado fue que de la Universidad hermana (y lo digo por el gusto con que nos recibieron y trataron en el FIELL), lamentablemente no hubo un solo participante. ¿Porqué? ¿porque si en su casa de estudios los que leyeron fueron 51 alumnos, porque aquí no hubo ninguno? y la respuesta es simple: porque además del pasaje, las impresiones sí importan y sobretodo cuando son malas. Y bueno, si aún a los que les falta pericia se preguntan ¿estas cifras de que sirven?, sirven para sacar a la luz una mala organización y una actitud prepotente de estudiantes hacia estudiantes iguales a ellos. ¿De que sirven? sirven para mostrar el atraso y lo mal parados que quedamos los estudiantes de letras hispánicas de la UAM ante otras universidades. Sirve para mostrar que los grupúsculos elitistas y asfixiantes en la literatura son peligrosos, porque tal vez esto no importe, esto fue sólo un congreso... pero ¿y después? este es el desarrollo de algunos estudiantes de buenas notas que se perfilan para la burocracia literaria que tanto asfixia a la literatura en nuestro país, a la crítica literaria y al desarrollo intelectual. Habría que denunciar también que en las dictaminaciones se acusó a compañeros de plagio cuando no había tal, que buenas ponencias se rechazaron, que se corrió a gente del comité aprovechando por su puesto el trabajo que ya habían realizado y en fin que el grupúsculo con esas y otras actitudes déspotas mostró su falta de sensibilidad, necesaria para los humanistas y para la compresión de la literatura. Y ya que estamos haciendo denuncias, me gustaría decir que este grupúsculo no sólo demostró su falta de criterio para la dictaminación, sino que se apropió y corrompió una idea que no era de ellos; una idea que nada tiene que ver con sus ideas, pero que la amasaron, la moldearon a su mente cuadrada y terminó por ser un instrumento más de su circo. Con esto me refiero a la idea general del congreso, al tema de este año. Gracias a que tomaron por asalto una idea que no era suya, pasó lo mismo que pasa y que pasará con aquellos que toman las ideas de otras personas: no lo saben ni desarrollar ni llevar a cabo en sus últimos fines, porque al no ser suya la idea crean un arremedo que en su profundidad no tiene ningún fin específico. ¡Qué lástima! La idea de un congreso diferente, incluyente, tolerante con los modos alternos de la literatura se perdió porque en su núcleo la idea no entraba, porque los que se adjudican y se pasean con cola de pavorreal, no creen en lo que desde el principio se pensó del tema del congreso; vaya que ni siquiera nada de eso les gusta ni les apasiona. En su concepción el congreso era esperado felizmente, pero nació muerto y sin alma.


5 comentarios:

Pesadilla dijo...

Vale, pues a difundirlo

Revista digital Aguja al Norte dijo...

Gracias por el apoyo, se necesita mucho.

Anónimo dijo...

Vive la revolution!

Gabrielle Tresàn dijo...

Muchachos, amigos...aún no entiendo como hay personas que ocnideran una genialidad todo lo que sucedió. Acaso yo estoy mal?

Luis MV dijo...

Creo que ya me qudó claro de qué va esto. Que mal que las cosas hayan resultado así.